House of the Dragon: George R.R. Martin

Si hay una historia de fantasía que voló mentes y corazones, esa es Games of Thrones. Una de las mejores series del siglo XXI, pero que tuvo uno de los finales más decepcionantes. Y como no, si en sus últimas temporadas se alejó de lo que su autor, George R.R. Martin, había desarrollado en su saga literaria Canción de Hielo y Fuego. 

El tramo final de Juego de Tronos dejó un gustito amargo en el público, por lo que es normal que ahora, con la precuela House of the Dragon, exista miedo de que pueda suceder lo mismo. ¡Los flashbacks de Vietnam invaden nuestras cabezas!

Pero hay razones para ser optimistas, pues es el mismo Martin quien da esperanzas de que no se repetirá lo ocurrido con GOT. Y es que según comentó en una entrevista con el podcast History of Westeros, ha logrado tener una mayor influencia en el desarrollo de House of the Dragon, a diferencia de lo que ocurrió en la producción anterior. ¿Quieres saber qué es lo que dijo exactamente? A continuación te lo contamos.

De acuerdo y satisfecho con la serie

Lo más importante de todo: George R.R. Martin quedó contento con cómo quedaron los 10 episodios de La Casa del Dragón, a pesar de que no tuvo control creativo sobre la serie. Según sus propias palabras, Hollywood prefiere darle más dinero, en lugar de dejar que él como autor tenga un mayor control de la adaptación. “Puedes ir a las negociaciones y decir ‘Sí, te agradeceré que me pagues 8 millones de dólares, pero también me gustaría tener el control creativo’. Y dirán, ‘¿Qué tal 10 millones?’, comentó en el podcast.

De todas maneras, su participación en House of the Dragon fue importante. Martin indicó que “Lo que sí tengo es influencia, tengo influencia creativa, pero eso depende en gran medida de la relación entre los showrunners y yo (…) No tengo el poder de dictar las cosas, pero sí me escuchan y puedo ser bastante persuasivo. Conozco este material bastante bien, y ellos lo saben”.

Ryan Condal y Miguel Sapochnik, showrunners del spin-off, tienen mucha cercanía con Martin. Y él se siente escuchado por ellos, pues toman en cuenta sus opiniones respecto a cambios en la trama y el desarrollo de personajes. “Estoy muy feliz con House of the Dragon. Es una adaptación muy fiel. Sí, hay algunos cambios, pero tengo una gran relación con Condal y Sapochnik”. Si George es feliz, nosotros somos felices.

Y si él dice que es una adaptación fiel, entonces le creemos. No todos han leído Fuego y Sangre, libro en el que se basa la serie. Así que solo nos queda juzgar esta versión que HBO trae a la pantalla chica, con capítulos estreno que podemos disfrutar sin pagar de más gracias a los beneficios de un plan de televisión VTR.

Diferencia con Games of Thrones

No seamos injustos: en un inicio, Martin estuvo muy involucrado en la producción de Juego de Tronos, ya sea escribiendo o leyendo capítulos, formando parte de la elección del casting, o aportando con varias cosas que tenía en mente para sus libros, mientras terminaba de escribirlos. Pero eso cambiaría con el transcurso de las temporadas.

“Tuve muchos aportes al comienzo de Game of Thrones. Pero en cierto punto, a medida que avanzaba el programa, descubrí que tenía cada vez menos influencia hasta que al final realmente ni siquiera sabía lo que estaba pasando”, reveló.

Nunca lo ha dicho abiertamente, pero parece más claro que el agua que a Martin no le gustó para nada el final de GOT. En una conversación con The New York Times, indicó que “Para las temporadas cinco y seis, y sobre todo, para las siete y ocho, me dejaron bastante de lado. ¿Por qué? No lo sé, tendrás que preguntárselo a Dan y David (showrunners de la serie)”.

Pero ahora, con La Casa del Dragón, todo apunta a que la cosa será distinta. Martin cuenta con mucha consideración por parte de los productores de la precuela, por lo que es de esperar que en futuras temporadas, sigan acudiendo a él para asegurar que toda la trama de la Casa Targaryen vaya en línea con lo narrado en los libros. Que no se repita lo de GOT, o se escuchará la palabra Dracarys. Y ahí corran todos por sus vidas.