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¡Santa ciencia!
5 fallos de la saga de Volver al Futuro
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Publicado: 18 de Noviembre 2022
Tiempo de lectura: 5 minutos
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Si hablamos de trilogías emblemáticas, la de Volver al Futuro comparte un panteón especial en lo más alto del cine, junto a sagas como El Padrino, las primeras Star Wars, y unas pocas películas más contadas con los dedos de la mano. La historia de viajes en el tiempo llevada a la gran pantalla por Robert Zemeckis, con un estilo retro y futurista al mismo tiempo, llevó a lo más alto las carreras de Michael J Fox y Christopher Lloyd, los icónicos Marty McFly y el Dr. Emmett Brown, respectivamente. ¡Y cómo no, también popularizó a los autos DeLorean!
Lo cierto es que las películas de Volver al Futuro marcaron una época. No eran una simple saga de cintas de ciencia ficción, sino que algo mucho más potente, pues se convirtieron en un verdadero hito pop, reconocido mundialmente. Y aunque amamos estas divertidas películas, no podemos desconocer que tienen unos pequeñitos fallos. Sí, porque cuentan con algunos errores en aspectos científicos. Y es que muchas decisiones que los personajes toman, para bien y para mal, debieron repercutir en su línea y en otras líneas temporales.
Por eso, hoy en Clack! te mostramos 5 paradojas de Volver al Futuro que se desencadenaron y otras que no, siempre con el afán de homenajear a esta trilogía tan popular y querida por todos. ¿Alguien dijo carreteras? A donde vamos, no necesitaremos carreteras…
Memoria selectiva, quién te conoce
Parece que los viajes en el tiempo conllevan una pérdida de memoria selectiva. En la primera entrega de Volver al Futuro, Marty viaja al pasado, específicamente a 1955, donde sus padres aún no se conocieron amorosamente. Su madre, Lorraine, se enamora del joven protagonista en lugar de George, su padre, poniendo al joven McFly en una situación incómoda (y medio incestuosa). Marty necesitaba que el amor entre sus padres emergiera, porque sino, no podría haber nacido jamás.
Hasta ahí todo bien con la trama de la película. El problema surge una vez resuelto este obstáculo, cuando finalmente sus padres se enamoran y él logra volver a 1985. ¿Por qué ellos no notan la similitud (por no decir el mismo rostro) que tiene Marty con aquel forastero llamado Calvin Klein (nombre que usó Marty en los 50), quien los ayudó en el pasado? Por la importancia de los hechos, no es una cara que se debería olvidar luego de unos pocos años. Pero bueno, digamos que un hechicero lo hizo.
¿Recuerdas la primera vez que escuchaste un rock and roll?
Una de las escenas más divertidas y recordadas de la trilogía es cuando Marty se sube al escenario, en plena graduación de sus padres, y se monta un guitarra eléctrica al hombro, para luego tocar “Jhonny B. Good” de Chuck Berry; una canción que recién escaló en los tops mundiales durante 1959, cuatro años después del suceso.
En principio, ese sonido estridente y guitarrero era toda una novedad para la época. Y Marty dejó a todos peinados para atrás tocando y mostrando todo su talento. Ya, ¿y el problema? Muy simple: cuando Chuck Berry lanzó su hit total, tranquilamente alguno de los cientos de presentes en la graduación podría haber acusado al astro de la guitarra de estar cometiendo un plagio del enigmático Calvin Klein. Claramente todos lo pasaron por alto, o no quisieron meterse en problemas. O derechamente les dio flojera. Cómo sea, ¡larga vida al rock & roll!
El famoso almanaque
Muchas de las críticas hacia Volver al Futuro giran en torno al almanaque de la saga, que aparece en la segunda película y que convierte a Biff Tannen en millonario. Este antagonista roba el DeLorean y se entrega el almanaque a él mismo, en 1955. En ese momento, crea una línea temporal tangente, donde se transforma en un magnate despreciable.
Las paradojas aquí son más fuertes que nunca. Se supone que cuando se cambia un hecho trascendente, toda la línea temporal cambia. Entonces, ¿cómo es posible que cuando vuelve al 2015 (desde donde partió en el DeLorean) siga existiendo, si debería haber dejado de existir ese futuro?. De hecho, el Doc Brown le dice a Marty en reiteradas ocasiones que no se puede volver a ese futuro porque ya no existe, sin embargo Biff lo logra. Es complejo, definitivamente, y los muchachos de The Big Bang Theory le dedicaron un capítulo bien científico al asunto. ¡Ni las luces de navidad se enredan tanto!
Todos tenemos errores, somos humanos
En la tercera y última entrega que se ambienta en el lejano oeste, en 1885, hay un error garrafal dentro del argumento. Resulta que el Doc se sorprende de ver a Marty en pleno siglo XIX, ya que él actúa como si fuese el Doc de 1985, que en consecuencia también estuvo en 2015. Okey, una pequeña pausa. Hay muchos Doc y hay muchos Marty en el universo Back to the Future, el tema es que todo se complejiza demasiado teniendo múltiples protagonistas con múltiples personalidades. Suena terriblemente confuso hoy en día, así que imagínate hace casi 40 años.
Lo cierto es que el Doc que envía a Marty al lejano oeste en realidad es el Doc de 1955. Para resumir, y clarificar dentro de lo posible, el Doc de 1885 debería haber sabido el plan de Marty para rescatarlo, incluso antes de que los eventos ocurrieran. ¿Quedó claro? No somos los chicos de The Big Bang Theory, pero hicimos lo mejor que pudimos.
Un DeLorean modo locomotora
Para cerrar esta lista de curiosidades y paradojas temporales, traemos una relacionada con el DeLorean versión tren. Recordemos que cuando el Doc y Marty están en 1885, y este último logra su regreso al futuro, en 1985, se lleva el icónico vehículo. Sin embargo, hacia el final de la película podemos ver al Dr. Emmett Brown apareciendo con una nueva máquina del tiempo, ésta vez construida en una locomotora en lugar del DeLorean.
La cosa es que para lograr que la máquina pueda realmente viajar en el tiempo, se debe conseguir una descarga de 1.21 Gigawatts (¿!1.21 Gigawatts!?), es decir el impacto de un rayo, como vimos durante la primera película. Entonces, si durante 1955 en la primera entrega, el Doc no tenía los recursos necesarios, salvo por el rayo, para viajar en el tiempo, ¿cómo lo hizo 70 años antes, en 1885? Ahí no tenía los insumos científicos ni la capacidad energética requerida. Nunca lo sabremos, pero da igual. ¡Lo importante es que el Doc tiraba mucha pinta arriba de la locomotora!
¿Qué te parecieron estas paradojas? ¿Alguna vez te habías puesto a pensar en ellas? Volver al Futuro tiene sus pequeñas incongruencias, pero se las perdonamos. ¡La mejor trilogía de ciencia ficción de la historia puede tener los agujeros de guion que quiera!
¿Dónde ver las películas de Volver al Futuro?
Como sea, si te entraron ganas de revivir las fantásticas historias de la saga Back to the Future (porque asumimos que ya las has visto alguna vez, ¡son un clásico!), entonces puedes hacerlo gratis en VTR+, la plataforma VOD de VTR. ¡Disfruta de una increíble maratón de Volver al Futuro con las aventuras de Marty y el Doc!