Las aventuras de Indiana Jones:

En el cine se producen regresos y revivals constantemente. Hay algunos más interesantes que otros, que pasan sin pena ni gloria, o traccionan según algoritmos y tendencias. Y también hay regresos que son triunfales, que funcionan como una carta despedida, un adiós a la altura de una saga emblemática que empezó hace más de 40 años.

Esta despedida está lejos de tener un sabor agridulce. Por el contrario, se acerca más al concepto de regreso triunfante. Una fiesta inolvidable a la que todos estamos invitados, que cierra definitivamente la historia de Indiana Jones, el arqueólogo más famoso de todos los tiempos.

Con la quinta y última entrega de la saga, al menos con Harrison Ford como protagonista, hacemos un repaso por todos los hitos del ladrón de tumbas más carismático de la gran pantalla. Desde Indiana Jones y los Cazadores del Arca Perdida (1981), aquel sensacional debut, pasando por Indiana Jones y el Templo Maldito (1984), hasta Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) e Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008). ¡Abróchense los cinturones, estamos en zona de turbulencias!

En busca del arca pérdida

Indiana Jones 1 fue el primer avistaje de este reconocido personaje. Un profesor universitario dedicado a la arqueología que en sus ratos libres se mete en tumbas secretas, descifra códigos de la antigüedad y recupera piezas históricas de un valor incalculable. 

El objetivo de Indy: encontrar el Arca donde se encuentran las Tablas de La Ley que Dios le dio a Moisés. Tarea sencilla, nada del otro mundo. Solamente la reliquia bíblica más importante de la historia. Naturalmente, al encontrarnos en 1936, son los Nazis quienes quieren llegar a este tesoro antes que nadie.

Escrita por George Lucas y dirigida por Steven Spielberg, al igual que todas las demás películas con excepción de la flamante Indiana Jones y el Dial del Destino, la dupla consolidó un personaje entrañable y ambiguo, iniciando el camino de una de las franquicias de acción y aventuras más importantes del siglo XX. Definitivamente, nuestra favorita indiscutida. ¡Amamos las buenas historias de origen!

El templo maldito

Si bien es la segunda película, está ambientada en 1935, un año antes de la primera entrega. Posiblemente con la primera secuencia más increíble de la saga, Indy se ve envuelto en una trifulca en un local nocturno de Shanghai, donde conoce a una cantante y a un niño, con quienes se escapa.

Casi de forma aleatoria, aterrizan de emergencia en India, para descubrir que un montón de niños han sido secuestrados de un pequeño pueblo. Entre la compañía de Indiana se encuentra Tapón (Ke Huy Quan). Aquel jovencito protagonizó recientemente la multipremiada Todo a la vez en todas partes (2022) y se reunieron nuevamente con Harrison Ford en la última temporada de premios. 

De la trilogía original, posiblemente Indiana Jones 2 sea la más floja de papeles. El problema fue que la vara con Raiders of the Lost Ark quedó altísima. Sin embargo, cuenta con algunas escenas de acción icónicas, extravagancias varias y mucha diversión.

La última cruzada

Entre las películas de Indiana Jones, la tercera tiene un valor sentimental para el fandom mundial. Es que incorpora entre sus filas nada más y nada menos que al enorme Sean Connery, que hace del padre de Indy. Henry Jones, también arqueólogo, se ve envuelto en las travesías de su hijo pródigo. Una buddy movie pero en lugar de amigos, entre padre e hijo. ¡Touché!

Mientras se encuentran en la búsqueda del Santo Grial, otra vez con un tópico religioso entre manos, Henry es secuestrado por los Nazis. ¿Cuándo no? Los villanos por excelencia del siglo pasado. Indiana tendrá que recuperar a su padre, encontrar el objeto y salvar al mundo una vez más. Pan comido para este profesor universitario.

La química entre Connery y Ford es notable. El resultado fue una película sentimental, ingeniosa, emotiva y repleta de acción y momentos inolvidables. Una carrera contrarreloj para llegar al objeto antes que nadie. En el trajín, el camino de Indiana Jones 3 se vuelve sinuoso y repleto de acertijos.

La calavera de cristal

Indiana Jones y sus películas pueden ser todo menos aburridas. Indiana Jones 4 es, definitivamente, la más floja de toda la saga. Sin embargo, no se puede negar la cuota de entretenimiento. Tuvieron que pasar casi 20 años para que Indy vuelva a la gran pantalla. Lo que se pensaba que iba a ser una despedida, finalmente no lo fue.

Año 1957. Plena Guerra Fría. Esta vez los malos son los soviéticos. Y están liderados por la majestuosa Cate Blanchett. Indiana conoce a Mutt (Shia Labeouf), que le propone un negocio. Indy está en el foco de la lupa tras fracasar en las últimas misiones. A cambio de ayudar a Mutt, éste le mostrará el camino para encontrar uno de los tesoros perdidos de la humanidad: la Calavera de Cristal de Akator, ubicada en algún lugar remoto de la selva de Perú.

Un Indiana por primera vez canoso, entrado en edad adulta en serio. Se nota que esta entrega cuenta con un profundo amor al cine de aventuras, pero falla en algunos arcos narrativos algo desangelados. De todas maneras, es una película para disfrutar con toda la familia, y pasarla de lujo.

El dial del destino

Llegamos a la actualidad con Indiana Jones 5, la última aventura de esta saga inmortal. Al igual que en la arqueología, todos los sellos y secretos de las primeras entregas están preservados meticulosamente en esta película. Desde los villanos, nuevamente nazis, hasta el equipamiento memorable de látigo, bandolera y sombrero al mejor estilo western del lejano oeste.

Esta vez dirigida por James Mangold, Indiana está retirado y se embarca en su aventura final junto a su sobrina Helena (Phoebe Waller-Bridge) y su pequeño amigo Teddy (Ethann Isidore). El objetivo: encontrar las dos partes de un dial legendario que puede cambiar las variaciones del tiempo y la historia. ¿Verdad o mito? ¡Hay que verlo para creer!

Indiana Jones es la viva imagen del cine de aventuras, de la importancia de la historia y la cultura, de preservarla y contarla de generación en generación. El Dial del Destino representa un adiós a un personaje memorable del cine. Y al verlo colgar su sombrero y decir basta, no podemos más que emocionarnos junto a él. ¡Te vamos a extrañar, maestro!

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