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The Regime 1x03:
reseña a mitad del camino
Escrito por: Clack!
Publicado: 19 de Marzo 2024
Tiempo de lectura: minutos
Fotografía:
Llegamos a la mitad exacta de The Regime, protagonizada por Kate Winslet, serie que además está produciendo y puedes ver a través de Max, incluido en tu plan de televisión VTR. Han pasado 6 meses desde que llegó el cabo Herbert Zubak a hacer de mano derecha de la canciller, pero están teniendo un quiebre quizás irreversible.
¡Ojo piojo! Si te perdiste nuestras anteriores reseñas, te recomendamos que le eches una miradita: 1×01 y 1×02 de The Regime.
Sin más preámbulo, vamos a comentar este tercer capítulo, en el que nos encontramos con varias sorpresitas. Algunas interesantes, otras fuera de contexto, pero si te lo preguntabas: no, todavía no aparece Hugh Grant.
Los daddy issues de la canciller
Comenzamos con un anuncio importante: una reforma agraria, el “sueño” de la canciller Elena Vernham y Herbert Zubak. El cabo ha ganado harto terreno, porque la patrona lo manda en su nombre a presidir la reunión con su gabinete.
La sátira política toma forma. Vemos a Winslet haciendo un spot digno de Los Juegos del Hambre (2012), invitando al pueblo a recuperar lo que les pertenece. Ante esto su esposo se tira una frase para el bronce: “No puedes ser Robin Hood y el Rey al mismo tiempo”.
Las cosas se están quebrando entre la dictadora y el cabo. Algo que quizás veíamos venir, pero se siente que faltó ver más del desarrollo de su conflicto. Él está chato de su hipocondría, e incluso la agrede.
La canciller se ve más solitaria e inestable. Especialmente cuando se agarra a palabrazos con el cadáver embalsamado de su padre, un día antes del aniversario de su cumpleaños. A pesar de que el finado no contesta, se siente similar a las discusiones que tiene con Herbert.
La cena del cumpleaños va más o menos. Zubak se dio la libertad de invitar campesinos, y dio un discurso sobre la reforma agraria que les encantó. Mientras que a Elena no le dan bola.
Para colmo, esa noche tiene una pesadilla en la que su papá la reta porque está haciendo todo pésimo, usando todos los improperios imaginables. ¿Aló, daddy issues?
¿El descenso a la locura de la dictadora?
A partir de esa “revelación”, Elena decide tomar las riendas de su cargo y ejecutar el próximo paso de la reforma agraria. En términos simples, esto significa que recuperarán el Corredor de Faban, que fuera alguna vez parte de su territorio.
Frente a la prensa, la ñora adorna la ocupación militar con palabras como “recuperación”. Este guion tiene cero pelos en la lengua: cuando un periodista le pregunta sobre el peligro de esta estrategia, Elena responde: “¿Y acaso Estados Unidos se pregunta eso cuando ha invadido países como Irak?”. Fuerte lo tuyo, Elena.
De pasadita se deshizo del cabo: lo manda como “Capitán de la libertad” a hacer el trabajo sucio. Cuando vuelve, Herbert parece haber visto los peores horrores del mundo. Perro hay que celebrar el éxito de la operación, así que la canciller tira la Casa Blanca por la ventana con todos los políticos.
En el after todos se quedan, menos Elena y Herbert. Tienen una discusión en la que se sacan los trapitos al sol, y él termina tratando de ahorcarla, dejando ver sus angry issues.
El capítulo termina súper tenso, porque Herbert se desquita agarrando a puñetes a gente que seguía carreteando y se lo llevan precioso, ¿lo irán a ejecutar? Lo sabremos en el próximo capítulo. Pero lo que sí es un hecho es que Elena is back y parece que se va a descarrilar en la segunda patita de la temporada. ¿Qué crees que va a pasar? ¡Cuéntanos en Instagram!