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Hell of a Cruise:

cómo sobrevivir a una pandemia en un crucero

Escrito por: Clack!

Publicado: 03 de Mayo 2024

Tiempo de lectura: 3 minutos

Fotografía:

¿Cómo pasaste la pandemia? Seguro que encerrado en tu casa, viendo series y adaptándote al teletrabajo. Eso sí, el documental Hell of a Cruise (2022) muestra una realidad completamente distinta, en la que unas vacaciones de ensueño se convirtieron en un encierro infernal.

Mientras la gente se acostumbraba a hablar por videollamada y algunos encontraban el amor en el metaverso, los pasajeros del Diamond Princess Cruise lo vivieron diferente. Tuvieron que encerrarse en sus piezas, recibir comida de tripulantes envueltos en overoles, y tratar de no volverse locos al no tener nada que hacer.

Esta producción original de Peacock la encuentras en VTR+, presionando el botón VOD de tu control remoto. Así que si te gustan los docus, y por alguna razón (no juzgamos) tu imperio romano es el Covid-19, esta pieza de 1 hora y 18 minutos es perfecta para ti.

¡Sigue leyendo para conocer cómo se realizó este documental y los diferentes temas por los que navega!

Un crucero en medio de mascarillas que simulan el mar
Fuente: Infobae

El protagonismo de los registros caseros de pasajeros

La pega de realizar este documental se hizo en pleno peak de una de las tantas olas de Covid que nos tuvieron recluidos. A pesar de eso, nunca supieron cómo era estar dentro de esta burbuja virulenta, porque el rodaje comenzó después de que se desocupara el barco. Esto nos hace dimensionar lo larga e intensa que fue esta experiencia universal que tuvimos y que ahora parece difusa. Para pensar señores…

Este datito no es menor, porque durante este periodo, la capacidad de hacer documentales de la forma tradicional se fue derechamente a las pailas. La cuarentena nos quitó la posibilidad de hablar cara a cara, interactuar con lugares y objetos, de mostrar las cosas de forma directa.

Hell of a Cruise lo solucionó de la única forma posible: pescó todos los registros de celulares de pasajeros para contar el relato. Verás reacciones 100% insertas en un ambiente incierto y aterrador; registros más bien personales, que no se hicieron con la meta de convertirse en un documental. Muy diferente a pedirle permiso a una persona y grabarla, la cual se preparará para disimular sus emociones o no dar jugo, dependiendo de la historia.

Emociones reales y en crudo verás en este trabajo audiovisual. Además, es interesante para conocer formas de hacer documentales a pesar del aislamiento, usando recursos inusuales en el género, con tal de representar la realidad lo mejor posible.

Personas con overoles trasladando maletas
Fuente: Peacock TV

Las pifias en el manejo de la catástrofe

Este documental no está hecho con la intención de hacernos temer a los cruceros de lujo o que la gente deje de viajar en ellos. Fue uno de los casos de confinamiento más impresionantes de esta pandemia, por lo que despertó la curiosidad de muchos y dio lugar a esta producción. 

Pero en el fondo de toda la historia, inevitablemente se llega a cuestionar el manejo del gobierno y la administración del barco frente a esta emergencia.

Obviamente, se muestran los protocolos que se implementaron dentro del crucero. Seguro tendrás pensamientos del tipo: “esto lo hicieron mal”, “esto lo debieron hacer así”, etcétera. En todo caso, hay que reconocer que nadie estaba preparado para la propagación de un virus desconocido, por lo que las fallas eran esperables.

También notarás mucha reacción en cadena desde afuera del crucero. Por ejemplo, se sabe que China cerró el país, lo que incluyó cancelar sus cruceros, con tal de contener el virus lo más posible. Pero más lejos, en Europa, las autoridades se confiaron, pensando que no escalaría a más. Esa es la razón de que el Diamond Princess anduviera recorriendo las costas asiáticas a pesar de la emergencia.

Podríamos seguir hablando de lo que pasó en el barco, pero para eso mejor que vayas y le des play al documental. Podría ser sensible para algunos, porque trae de vuelta una situación muy desgraciada para todos, pero su enfoque crítico y propuesta creativa vale totalmente la pena. ¡No te lo pierdas!