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Succession, temporada 4, episodio 6:
Living+
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Publicado: 02 de Mayo 2023
Tiempo de lectura: 3 minutos
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Un capítulo de Succession que muestra la hilacha de más de un miembro del triunvirato que se hizo cargo de la parada tras la muerte del gran patriarca. Kendall promete vivir para siempre, Roman se sabe emperador y está perdiendo el control, mientras Shiv, cual agente de contraespionaje, se encuentra con Matsson en una estación de servicio de jets privados para intercambiar información.
La cuarta temporada de Succession, la serie top del momento, está entrando en su etapa final, cerrando un ciclo que duró 6 años con una pandemia a cuestas. Se trata de la mejor serie al aire de todo este tiempo, peleando cabeza a cabeza con Better Call Saul. O al menos la mejor serie con los diálogos más hirientes que una persona pueda experimentar. Este galardón está asegurado. Lo cierto es que restan 4 episodios para saber cómo terminará el destino de esta poderosa y multimillonaria familia creada por Jesse Armstrong. Y como siempre, hoy te traemos nuestra reseña de este sexto capítulo de la temporada final de Succession.
¿Cómo? ¿Aún no leíste nuestros análisis anteriores? Pues te invitamos a leer lo que escribimos sobre los episodios 4×01, 4×02, 4×03, 4×04 y 4×05. ¡Y recuerda que puedes ver la serie Succession, de HBO, en VTR+ y en HBO Max, ambas plataformas con acceso gratuito en tu plan de TV VTR!
Tiempos compartidos y la vida eterna
Logan Roy (Brian Cox) volvió, pero no de la muerte. El capítulo comienza con una grabación del viejo líder de la familia, donde habla a cámara sobre Living+, un nuevo producto de la compañía que prometía la mejor calidad de vida para las personas de la tercera edad. Un crucero en tierra firme, aseguraban, mientras Shiv (Sarah Snook) desliza: “campos de concentración para abuelas”. En fin, un retiro en una suerte de tiempo compartido vacacional para disfrutar los últimos días de la vida.
El hijo que está viendo ese video de Logan es Kendall (Jeremy Strong), por supuesto, y saluda al padre a través del monitor cuando éste, en plena filmación, dice que “todos son unos inútiles como sus hijos”. Una carta de amor fraternal. Kendall prepara su speech para vender el producto en un teatro a sala llena de inversionistas y periodistas. Y lo hace en modo el nuevo Mesías.
El objetivo es que las acciones de Waystar Royco se vuelvan a disparar en alza, y así intentar que Matsson no pueda acaparar el trato que cerraron en Noruega. Tramoyas, engaños y mentiras… ¿y manipulación fraudulenta del mercado? ¡Tranquilo, nada puede malir sal!
Karl (David Rasche) sabe que los números están inflados por Ken y lo enfrenta en el pasillo antes de subir a las tablas a dar su discurso triunfal. Mientras todos creían que el heredero iba a chocar el barco una vez más, éste se lució con un speech triunfal, atractivo y movilizador. Con los ojos húmedos, dijo: “un año más con mi padre no tendría precio”, a propósito de la posibilidad de las terapias para extender la vida de Living+.
Mientras tanto, Roman (Kieran Culkin) está entrando en su faceta de déspota sin sentimientos. Primero se reúne con Joy Palmer (Annabeth Gish), la directora del estudio de Waystar en plan Hollywood, y la despide. Minutos más tarde, Gerri (J Smith Cameron) lo convoca para decirle lo equivocado que estuvo y todos los contactos que tiene Joy. Y Roman casi que también la despide a ella, aunque no de una forma tan formal. Todavía creemos que hay tiempo de recular: ¡te queremos, Gerri!
Te seguiría a cualquier parte por amor
Por suerte, la historia de amor entre Shiv y Tom (Matthew Macfadyen) no parece terminar. En efecto, están reencontrándose, limando asperezas e intentando volver a tenerse el uno al otro. El problema es que Shiv no puede bajar la guardia ni un minuto, porque vive en un ecosistema de tiburones despiadados. Y porque ella también es parte de ese hábitat y se desplaza en esos términos. Tom, por su parte, se muestra frágil en relación a sus errores, pero seguro de lo que quiere: estar junto a Shiv otra vez. Él le asegura que la traicionó por dinero, para asegurar su futuro, y no le da vergüenza decirlo.
Los tortolitos se encuentran en una sala de reuniones de forma aleatoria. Shiv está acongojada, aguantando el llanto cuando ve que entra Tom. ¿Pasó algo con el bebé? ¿O es el duelo por la pérdida de su padre? Imposible saberlo. Una caricia lleva a un abrazo, un abrazo a un beso, y cuando nos queremos dar cuenta, ya se están poniendo la ropa nuevamente. Lo más interesante es la conversación que tienen después.
Shiv le revela que está teniendo conversaciones privadas con Matsson (Alexander Skarsgard). De hecho, se llaman por videollamada mientras Tom escucha al otro lado del escritorio, con los pies sobre la mesa. Volvió el romance y se celebra como un gol. Extrañábamos la química que tenían juntos.
Fue un notable episodio para toda la familia Roy, cargado de movimientos estratégicos corporativos, donde subyace un plan conspirativo de autoboicot por parte de los hermanitos Ken y Rom, y del que ellos creen que nadie sabe sus verdaderas intenciones. Pero Shiv sí, los conoce sobremanera, hay mucha agua bajo el puente. Y ella está muy cerca de Matsson. Hay que tener cuidado, tan cerca del sol puede hacer mucho calor.