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The Last of Us,
una primera temporada memorable
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Publicado: 21 de Marzo 2023
Tiempo de lectura: 3 minutos
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Luego de casi tres meses de emisión, la serie The Last of Us cerró su primera temporada con una alta dosis de violencia, secretos y un escenario a futuro que parece tambalearse. Mientras Ellie no recuerda lo que sucedió en el hospital de Las Luciérnagas, Joel elige ocultar los acontecimientos y trasladarse a Jackson, la comuna cooperativista donde vive su hermano Tommy, para vivir una vida mejor (si es que se puede tener una vida mejor en un mundo con Cordyceps desatado).
Sí, The Last of Us, la serie de la que todos hablan, prioriza los lazos importantes de la vida, aquellos que cuidamos bajo cualquier circunstancia, en este caso llevado al límite de vida o muerte dado el apocalipsis. Joel y Ellie son un fiel ejemplo de esto. pero, ¿hasta dónde puede llegar la violencia en pos de defender a aquellos que amamos? ¿Cuánta gente debe morir para uno seguir adelante? La producción se encarga de plantear estos interrogantes a través de sus dos personajes principales, que viajan a lo ancho de los Estados Unidos en busca de una cura que pueda salvar a la humanidad.
Ya con la primera temporada terminada, ¿cuál es el balance que podemos hacer de ella? ¿Valió la pena? ¿Hizo justicia al videojuego de Naughty Dog? Preguntas que surgen, y que por supuesto nosotros respondemos. Quédate, porque te traemos todo el análisis de lo que fue The Last of Us, la serie de HBO que disfrutamos en VTR+; y que gracias a Dios ya tiene confirmada una segunda parte.
Pero antes, te invitamos a leer todas nuestras reseñas de lo que fueron los episodios 1×01, 1×02, 1×03, 1×04, 1×05, 1×06, 1×07, 1×08 y 1×09 de The Last of Us.
Las semejanzas y las diferencias con el videojuego
Mucho se hablaba sobre estos dos puntos neurálgicos antes de que el piloto fuera emitido por primera vez. El videojuego creado por Naughty Dog era de por sí cinematográfico, pero la serie, por razones obvias, no podía ser interactiva. El principal acierto de la adaptación a la pantalla chica fue expandir las historias secundarias, como la adaptación del DLC que cuenta la intensa relación de Ellie con Riley. Así resulta más fácil entender a la protagonista.
La clase de desvíos que se pudo ver en el capítulo 3 es sencillamente genial. En el videojuego, Bill es un personaje que te ayuda, pero del cual prácticamente no sabemos nada de su vida privada, salvo por alguna que otra pista perdida para los más curiosos. Así, la serie toma vida propia, y se despega del videojuego de forma momentánea, sobre todo para que el público que no jugó la saga logre empatizar y entender las decisiones de los personajes.
El músico argentino Gustavo Santaolalla es uno de los responsables de los momentos más climáticos de la temporada. Tanto en situaciones de conversación, al principio junto a Tess, también con Sam y Henry, o cuando avanzan y Joel sufre una puñalada que casi le quita la vida y a Ellie la invade un desasosiego absoluto. El ronroco de Santaolalla está presente y potencia estos momentos.
Todo este viaje hubiese sido imposible sin Pedro Pascal y Bella Ramsay. Ambos encarnan sus personajes con una maestría de otro mundo. Ellie, principalmente, parece nacida para el personaje. Ambos escapan de las reglas en las que están involuntariamente envueltos. La sociedad se torna fascista, dictatorial, y tanto Joel como Ellie escapan en busca de algo más. Finalmente, hay un propósito. Y es la inmunidad de Ellie para con los infectados, quizás la llave para revertir una pandemia apocalíptica de proporciones bíblicas.
Los protagonistas: de desconocidos a familia
La serie se toma su tiempo para introducir a los personajes, que se conozcan y se acerquen paulatinamente. Sobre todo en la primera mitad de la temporada. Una vez que avanza, los tiempos narrativos se reducen y compactan. De un capítulo a otro pasan 3 meses. De todas maneras, el vínculo entre Joel y Ellie es genuino, orgánico.
La pregunta gira en torno a si el espectador, aquel que no jugó al videojuego, logra empatizar con la decisión final de Joel. Por más absurda y dramática que parezca, en el juego casi no hay otra opción. En cambio, en la televisión, aún contando con el buen desarrollo que tuvo el personaje de Pedro Pascal, resulta cuanto menos perturbador e inquietante.
Joel traspasa lo que siente por su hija fallecida, Sarah, a Ellie. Al comienzo de la temporada la chica era cargamento, un simple encargo para un contrabandista experimentado. Pero al final de la misma, ella es su hija de corazón. La persona que más debe proteger en todo el planeta. Dulzura pura en nuestros corazones.
¿Acaso no vale la pena sacrificar una sola vida por el futuro de la raza humana? Y aún más lejos: ¿Ellie no hubiese aceptado su destino casi sin pensarlo? La chica tampoco tuvo la oportunidad de decidir. La subestimaron, cuando al final del cuento ella es muchísimo más madura de lo que los demás creen.
The Last of Us es el programa de televisión más visto en lo que va del año. Con un genial argumento, mejor desarrollo y muchos más aciertos que desaciertos, se posicionó como una de las entregas más destacadas de la temporada, y eso que recién estamos terminado el primer cuarto del calendario.
Esta es una serie que demuestra el afecto que se puede cultivar por alguien completamente desconocido, incluso en el peor escenario posible. Sobrevivir está bien, pero junto a quién es una pregunta mucho más profunda. Al fin y al cabo, permanecer con vida no vale un centavo si no nos rodeamos de aquellas relaciones humanas que le den un sentido a todo.